miércoles, 25 de junio de 2014

...creo que he vuelto

...mucho tiempo ha pasado, pero pocos kilómetros mientras tanto

...la última vez que nos vimos por aquí tenía como objetivo inmediato la Carrera "El Pocito", en Calamonte, cerquita de casa. Fue un gran día, una gran fiesta de despedida a la temporada de montaña en Extremadura. La verdad es que todo salió incluso mejor que en el guión que Javier García Dios tenía en su cabeza, me alegré mucho por él, porque puso mucho de su parte y convenció a mucha gente para hacer lo mismo.











...a parte del evidente éxito como prueba para mí fue una carrera muy especial, fue la primera vez que cruzaba con mis tres hijas la línea de meta, una imagen muy metafórica de la vida real, el padre, la meta, los hijos...

...pero también fue una carrera que a la larga a mi me ha aportado mucho, traducido en forma de muy buenas amistades, tampoco es para ponerse sentimentaloide pero así es... y creo que las personas a las que me refiero comparten mi opinión...

...en fin por eso me acuerdo ahora de la Carrera "el Pocito", pero qué pasó desde entonces? Por qué no he vuelto por aquí.

...annus horribilis

Hasta ahora las lesiones me habían respetado, a parte de alguna "itis" después de alguna competición, he podido tener continuidad, sin parones de más de una o dos semanas... periostitis, tendinitis de la pata de ganso, etc...

...pero un día, de repente me desperté por la mañana y no podía apoyar el talón de mi pie derecho, ya me había pasado alguna vez, asociado a cambios de zapatillas, las chanclas del verano, etc... generalmente era al levantarme de la cama, se me pasaba a los pocos minutos y en una semana estirando con una botella congelada el dolor desaparecía... ya estábamos en Enero del 2.014, había hecho días antes un buen entrenamiento en Hervás (organizado por Juan Antonio García Orgaz), muy exigente especialmente en las bajadas. También corrí el Cross de Almaraz (Liga de Campo a Través) donde siempre tengo buenos resultados, no se porqué será pero allí siempre vuelo (a mi nivel), algo tendrá que ver la central nuclear y esos encinares radiactivos.

Cuando uno busca excusas las encuentra donde sea, que si bajé demasiado rápido en Hervás, que si no debí ponerme los clavos en Almaraz... El caso es que un día cualquiera del mes de Enero me levanté de la cama y no podía apoyar el talón del pie derecho. El caso es que ese dolor se quedó conmigo durante varios meses, hice de todo, fisioterapia, estiramientos, semanas sin correr... y parecía que me dejaba de doler, entonces yo corría y nada, era mentira, me engañaba yo solo, el dolor no se había ido, y volvía la recaída.

...éramos yo y mi fascitis plantar

y de repente correr se convirtió en una obsesión, o mejor dicho, no correr fue mi purgatorio particular ya que el infierno era ver a los demás corriendo. Virginia dice que en realidad la lesión me tocaba porque sí, porque acababa de tener otra niña y no podía ser, como si el destino y la selección natural me escribieran el guión de lo que debía hacer y no de lo que querría hacer... La naturaleza siempre sabia, o era Virginia? Reconozco que tenía razón...

...la que me faltó a mí en ciertas ocasiones.

A finales de febrero parecía que me dolía menos y participé en la Patones Xtrem, 15 km por la sierra madrileña. Carrera muy bonita, buenas sensaciones en los primeros kilómetros, especialmente subiendo... Pero el invierno llega, aunque tu no quieras... y cuando empecé a bajar, empezaron todos mis males, entré cojeando a meta, directo al médico... Que nos estaba pasando? Se nos rompió el amor, de tanto usarlo...








...esta vez reposo absoluto, no me podía volver a pasar, me limité a probar de vez en cuando y siempre con el visto bueno de los fisios, renuncié a objetivos futuros, como el Ultra Trail Saö Mamede, que se disputaría en Mayo, y para el cual ya tenía mi dorsal. Sencillamente dejé de entrenar con la exigencia que me había auto-impuesto otros años, pequeños rodajes y poco a poco el dolor fue remitiendo, aunque nunca se llegó a ir del todo...

...entonces llegó Jerte, una de mis carreras preferidas, de la que ya he hablado en este foro, la corrí, sin entrenamiento adecuado, con más pena que gloria y con un sufrimiento que hasta ahora desconocía. Pero pude con todo y conseguí cruzar la meta, de los últimos, pero llegué, además con una satisfacción personal muy grande porque nunca antes tuve que plantearme abandonar y aquí se me pasó por la cabeza. Al mal estado de forma se unió otra vez el dolor en las últimas bajadas, sin embargo esta vez no hubo recaída. Correr de nuevo junto a Juanan, Javi, Sergio, Manolo Culebra, Andrés, así como ver a otros conocidos José Peseta, Víctor e incluso a alguno nuevo como Yaco, la verdad es que me dio mucha vida.















...a partir de Jerte empecé ya a ver la botella medio llena, y aunque el dolor seguía ahí, como un perrillo mordiéndome en el talón, conseguía correr un par de veces por semana. Con vistas a la Carrera Pencona participé en la Media Maratón de Puebla de la Calzada, totalmente llana. Esta vez completé el recorrido sin sobresaltos y sin dolores, terminando en 1:35 y de nuevo sin resentirme. La cosa iba funcionando...

...entonces llegó la Pencona, justo el día después de que mis compañeros participaran en el Ultra Trail de Sao Mamede. Por lo menos pude desquitarme en otra de mis preferidas. Aquí fui muy reservón, me limité a disfrutar del recorrido y a no recaer en la lesión. Corrí con mi querido amigo Fernando y sufrimos de lo lindo. Fue durísima, casi 4.000 metros acumulados en 33 kilómetros, pero fue preciosa. La Pencona, bella y maligna, te deja disfrutar y al final intenta destruirte... Como la Serrana de la Vera... El que no sepa quien es, que investigue, y verá lo que puede hacer una verata...






...desde el mes de Enero que me lesioné, hasta mediados de Mayo que se disputó la Pencona nunca he tenido la sensación de estar completamente recuperado, quizá me ha faltado la paciencia de estar un mes por lo menos completamente quieto, dejando que los cables vuelvan a su sitio. Pero esto lo debía saber alguien más, porque otra vez la selección natural actuaba, en forma de carta del Hospital diciéndome que el 27 de Mayo me tenían preparado un quirófano para mi solito. Se trataba de una pequeña intervención encaminada a no seguir repoblando España y dejar mi familia numerosa estabilizada en cinco componentes, para esto si que no estaba preparado.

...entonces llegó la Vasectomía, no voy a contar nada de la intervención ni de los días posteriores, solo sé que casi un mes después ya por fin puedo correr como antes, sin molestias de ningún tipo.

Quien lo iba a decir, en este caso la recuperación no fue gracias a mi paciencia, o como decía Virginia, porque era lo que tocaba. En este caso sencillamente fue por co-jo-nes...

Próximo objetivo: Medio Ultra Trail de Gredos, 18-10-14...