sábado, 28 de septiembre de 2013

Olga...

...desde muy niño mi deporte fue el futbol, que iba a hacer, es lo que uno mamaba, en casa, en el cole, en la calle... evidentemente aquello no era lo que es ahora, mi primera referencia fue Juanito... no se puede comparar...

...es una manera rara de reiniciar mi actividad de escriba, donde querré ir a parar?  ...esto no es un blog de correr?

...cuando todavía joven proyectabas tímidamente tu vida, cómo serías de mayor, siempre me veía jugando al futbol con mi hijo, o viéndole jugar al futbol, o entrando en el Bernabeu... y que curioso siempre era un niño...

...ahora, que soy padre de dos niñas y esperando que nazca la tercera, ya convencido de que los únicos calzoncillos que habrá en casa serán los míos. Qué, ahora qué?...nada como reeducar tu mente entre hormonas femeninas para lavar ese egoísmo masculino que tu subconsciente oculta...

...el atletismo llegó muy tarde, ya con 38 tacos, como veterano en el C.A.Diocles. No pasó inadvertido el ambiente que se respiraba entre los más jóvenes, en los entrenamientos, en las competiciones. El fabuloso trabajo que en mi club se hacía con los más pequeños, las caritas de felicidad que tenían, disfrutando, sin saber que hacían deporte... Alejados de la competición, jugando a hacer deporte y entrenando otros valores... Me gustó mucho y me ilusioné...

...las pistas destartaladas del Diocles se convirtieron en mi Bernabeu, y me vi entrando agarrado de la mano de alguna de ellas...

...hasta hoy su única referencia con las carreras era esperarme en meta para entrar conmigo en alguna maratón o alguna media. Hasta este año, en el que Olga ha querido apuntarse a atletismo... a correr, como dice ella... encantado, dije yo...

...y por fin llegó el momento, después de varios días de entrenamiento en el club, se celebraba un cross en Zafra, donde Olga con sus cinco añitos (casi seis), debutaría en categoría pre-benjamín, con su camiseta amarilla y negra.... que contenta....




...por supuesto por su cabeza no pasaba otra cosa que no fuera ganar la carrera, cosa que era imposible, yo lo sabía, acostumbrado a la certeza que yo tenía sobre mí mismo en mis carreras. Intenté vacunarla sobre eso, que si lo que importa es divertirse, que si hay niñas que corren más porque llevan más tiempo. En fin, ella solo veía la medalla que tendría cuando ganase... Que complicado es educar el fracaso, y que mal lo hacemos, desde pequeños nos enseñan a negarlo... Con lo necesario que es saber afrontarlo y crecerse ante él...



...y pasó lo que tenía que pasar, la carrera solo tenía 400 m, una vuelta a la plaza, ella tan contenta, esperando que sonase el silbato, con brillo en sus ojos, de ilusión... Salió como si fuera Usain Bolt, demasiado rápido, la perdí de vista en el primer giro, entre las primeras... Corrí en dirección contraria, hacia el lugar por el que debería venir, temiéndome lo peor. Aparecen las primeras niñas, más niñas, más... pero Olga no, por fin la veo, andando, de la mano de José, su entrenador... me acerco y veo de nuevo brillo en sus ojos, ahora son lágrimas. Me asusté pensando en que se había caído, pero no, al acercarme también vi su decepción... "Que bien lo has hecho cariño", le dije, pero no quería consuelo. José también la animaba, "Venga Olga, es que has salido muy rápido, pero no pasa nada, termina la carrera"... Pero no quería, y ahí pensé, se acabó el atletismo, y vi pasar el fantasma de la gimnasia rítmica por mi mente...

...entonces giramos, y apareció el arco de meta al fondo, y empezó a correr otra vez como Usain Bolt, con rabia en la cara, otra vez con ganas. Y cruzó la linea, acabando su carrera... eso la consoló, los aplausos de la gente, los ánimos del speaker, la bolsa del corredor... el abrazo de su madre, que ya borró sus lágrimas definitivamente, junto a un vaso de coca-cola que sólo daban a los que acababan y que para ella, por ser algo excepcional se convirtió en su particular trofeo. Además no fue la última...


...que mal rato pasamos su madre y yo, sin saber muy bien por donde saldría la cosa. "Quieres que nos vayamos, cariño?", mascullé entre labios. "No papi, quiero ver las demás carreras"...

...suspiré

4 comentarios:

  1. Madre mía, Marco, lo pequeños que son, y lo que nos enseñan...

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    1. Compara la cara de la primera foto con la de la última... a mi me da hasta miedo...

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  2. Eso es el atletismo, las ganas de superarse cuando uno cree que se ha acabado "la carrera". En este deporte, siempre se sacan fuerzas, eso es lo más importante Marco, terminar, vencer al enanito de nuestra mente que nos dice que no podemos ¡Claro que podemos! Eso le digo yo a mis peques. Nadie puede decirte que no puedes, ni tú mismo; tienes que intentarlo.

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    1. es así... te implicas en el atletismo como complemento a tu vida, aprendes a luchar, a sacar fuerzas, a sobreponerte, a levantarte... y llega un momento en que te das cuenta que el atletismo te está enseñando a vivir...

      ...muchas gracias Laura

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